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9 nov 2009

La Evaluación Formativa

La Evaluación Formativa

Consideraciones Generales, y su aplicación en el aula de clase como una herramienta para el logro de una mayor eficiencia en el proceso de enseñanza aprendizaje

Resumen

La evaluación formativa, viene a ser una modalidad de reciente data en el contexto educativo venezolano, su administración e implementación en los niveles: básicos, medios y en la educación superior por parte de los docentes ha sido restringido y a veces impopular, dado el exiguo nivel de información que ha tenido esta modalidad de evaluación, tal y como lo demuestran investigaciones previas a este trabajo. La oferta de cursos y talleres sobre la administración de la evaluación formativa y su instrumentación en el aula de clase ha sido prácticamente inexistente. Este trabajo ha sido diseñado con la intención de hacer algunos aportes a su conocimiento, divulgar las bondades de esta modalidad y, al mismo tiempo sugerir algunas estrategias para su operatividad en el aula. Es así como se propone un modelo operativo para obtener un provecho significativo de su administración teniendo como propósito primordial un incremento sostenido del rendimiento académico de nuestros estudiantes.

Principios generales

Uno de los problemas más ingentes en nuestro medio educativo es el divorcio existente entre el proceso instruccional y la evaluación. La instrucción como un proceso de información-formación y la evaluación como una comprobación de la adquisición por parte de los estudiantes. Es cierto que el propósito de la evaluación no es comprobar, sino mejorar, lo cual le confiere un carácter mediador (no finalista), por lo tanto ejerce una función que se inserta y forma parte fundamental del programa instruccional. Tradicionalmente se ha desvinculado de una manera sistemática los dos procesos. Por su parte la evaluación formativa, como lo dice Rotger (1990) tiene un carácter eminentemente procesal, tal modalidad es orientadora y no prescriptiva, dinámica y, marcha paralelamente con los objetivos o propósitos que pautan la instrucción.

Dar oportunidad a cada alumno a que se manifieste tal como es; la evaluación formativa tiene un carácter eminentemente individualizante, es necesario establecer estrategias de acuerdo con la idiosincrasia del alumno.

Los procedimientos, instrumentos y recursos se adecuarán al proceso en sí.

La participación de todos los usuarios del proceso es vital, la autoevaluación y la coevaluación como procedi­mientos forman parte de la operatividad de esta modalidad de evaluación.

La información sobre la marcha de las actividades evaluativas, redundará en un mayor rendimiento. Cada alumno "sabrá a que atenerse y tomará las decisiones más acer­tadas y operativas".

Prepararse en cada momento para realizar las modificaciones o correcciones pertinentes manteniendo así la buena marcha del proceso.

Por su parte Chadwick (1990), señala que la evaluación formativa debe reunir ciertas características especiales a los efectos de su aplicación. Que el aprendizaje se base en objetivos específicos expresados en términos de conductas observables, es decir, que la evaluación ofrezca las mejores condiciones posibles para que el alumno muestre la conducta requerida cualquiera que sea el dominio (destrezas motrices, información verbal, estrategias cognitivas o actitudes). El segundo elemento es el uso del tiempo, para que una evaluación sea apropiada es necesario presentar una situación congruente con las condiciones planteadas por el objetivo y el tiempo necesario, dentro de los limites de la clase.

Asimismo, Rotger (1990) opina que la evaluación formativa requiere de un flujo continuo de información en relación con cada alumno, de esa manera es posible tener una conciencia sobre las fallas del proceso de enseñanza-aprendizaje. El conocimiento de esta situación por parte del docente será posible debido a la estructuración de un diagnóstico básico de la situación, basado en lo que el autor llama: tres tipos de contenidos básicos: la in­tegración social en el grupo (relación consigo mismo y con sus compañeros), el desarrollo de las actitudes y los conocimientos o destrezas específicas para cada área.

Funciones de la Evaluación Formativa

Como ha quedado establecido la evaluación formativa sirve como base para el proceso de toma de decisiones respecto de las opciones y acciones que se van presentando conforme avanza el proceso de enseñanza aprendizaje. Las funciones de la evaluación formativa las presentaremos en dos grupos: funciones académicas y funciones administrativas.

Funciones Académicas

· Distribuye y regula adecuadamente el ritmo de aprendizaje.

· Realimenta el proceso de instrucción obtenido a partir de las diferentes actividades de evaluación.

· Enfatiza los objetivos y contenidos más relevantes.

· Detecta las deficiencias, errores, logros y fallas que presentan los estudiantes en sus aprendizajes.

· Delimita los factores causales directos e indirectos que influyen o condicionan el aprendizaje del estudiante

· Mantiene un constante seguimiento sobre los procedimientos e instrumentos de evaluación formativa y sobre los correctivos empleados a fin de verificar su eficiencia en la detección y superación de las fallas.

· Brinda oportunidades de mayor logro a aquellos participantes que han entrado en el proceso de Enseñanza aprendizaje con un nivel de conocimientos superior al resto del grupo.

· Funciones Administrativas

· Orienta sobre las técnicas y procedimientos que resultan de mayor beneficio.

· Provee de una información continua a los participantes sobre sus progresos individuales.

· Registra los efectos no previstos en el proceso de enseñanza‑aprendizaje y los incorpora al producto final.

· Establecer mecanismos de corrección en términos de alternativas pertinentes y factibles de emplear para superar las fallas, corregir errores y reforzar los logros alcanzados.

Es oportuno señalar que la aplicación de la evaluación formativa es quizás el medio más idóneo para hacer efectiva la evaluación continua, tan pregonada en todos los instrumentos legales vigentes que regulan el sistema educativo (Villarroel,1974). No es necesario aplicar la evaluación formativa todos los días sino en la medida en que cubra todas las etapas previstas para la consecución de los de los objetivos.

Se puede cumplir con la evaluación continua y formativa siempre que el docente tenga información de la marcha en todos y cada uno de los aprendizajes y ello puede efectuarse por medio de varios procedimientos, según la naturaleza del mismo. Lo determinante es que se conozca la situación completa del alumnado en los apren­dizajes (Camperos, 1984).

El análisis y discusión de los resultados obtenidos en las evaluaciones formativas señala el inicio de la identificación de las posibles causas que expliquen dichos resultados. No obstante, es conveniente obtener infor­mación sobre otros componentes que intervienen en el aprendizaje a fin de conocer en qué medida están fun­cionando para favorecer o perturbar el logro de los objetivos deseados. Por otra parte Rotger (1990), propone como funciones de la evaluación formativa, tomando como orientación, tres dimen­siones básicas que son: los objetivos, las estrategias y el rendimiento. Dichas funciones son:

La función diagnóstico, como la recolección de información a través de técnicas y procedimientos adecua­dos, obteniéndose así un conocimiento sobre la congruencia entre logros y objetivo. Se plantea la necesidad de usar esta información en la toma de decisiones pertinentes que permitan orientar el proceso educativo y la corrección de los objetivos propuestos. La orientación del estudiante en cuanto sus hábitos de trabajo y estudio es una de las funciones más importantes de la evaluación formativa, orientar al docente en cuanto a su capacidad pedagógica en concordancia con los objetivos propuestos, a fin de que se establezca un equilibrio orientador que sirva a educadores y los demás miembros de la comunidad. Estas funciones descritas necesariamente desembocan en una función motivadora, en la cual la evaluación formativa actúa sobre los estudiantes, conformando una mejor actitud frente a las situaciones académicas que se plantean.

Algunos modelos de Evaluación formativa

En Venezuela Andonegui (1989), propone un diseño de evaluación formativa para ejercitar y desarrollar los rasgos enmarcados dentro de lo que el autor llama motivación al logro. Presenta como estrategias metodológicas el uso pruebas, interrogatorios, trabajos de investigación, asignaciones, exposiciones orales, etc. Para llevar a cabo la recolección de la información es necesario diseñar y construir instrumentos (listas de cotejos, escalas de estimación, pruebas escritas). Dichos instrumentos deben ser sometidos a validación por expertos en contenido. Se verificará la correspondencia de lo que se desea evaluar con los objetivos. Posteriormente a la aplicación de la estrategia metodológica se propone el análisis de los resultados de donde saldrán las estrategias de recuperación a objeto de subsanar las fallas en el proceso de instrucción, que a fin de cuentas es el objetivo principal de la evaluación formativa. Este procedimiento es posible llevarlo a cabo con efectividad sólo si se cuenta con una organización adecuada de los alumnos, La necesidad de organizar a los alumnos en grupos correctores, registradores, niveladores, es una de las funciones más interesan­tes de la evaluación formativa ya que auspicia un clima de afectividad, de amplia y sana relación, de competencia leal a fin de que la clase se convierta en un centro armonioso de trabajo creativo y eficaz.

el autor propone al respecto, organizar la nivelación en función de los contenidos explorados en la prueba. Esta actividad consiste en:

· Formar grupos individuales de trabajo, en este grupo debe haber alumnos aventajados (niveladores) y con muchas dificultades;

· Se debe permitir en función de las facilidades que tengan para reunirse fuera de clase.

· El docente indicará los nombres de seis a ocho alumnos que servirán de entrenadores o capitanes del equipo.

· Asignar tareas, o actividades de nivelación para cada pregunta de acuerdo con el grado de falla que éstas presenten

· Dar indicaciones y sugerencias de como se debe llevar a cabo el trabajo grupal.

· Cada capitán deberá llevar un registro de la actividad e informar por escrito al docente

· Al finalizar el período de nivelación el docente aplicará un prueba similar a la inicial.

A juicio de Andonegui (1989) lo importante es establecer el objetivo general del diseño o su finalidad consiste en especificar los rasgos de motivación al logro a ejercitar con la evaluación formativa, por ejemplo, disminuir el temor al fracaso, incrementar la perseverancia, fijar metas, aumentar la autoestima y la confianza en sí mismo a lo cual sugiere los siguientes pasos:

· Seleccionar los objetivos y contenidos programáticos que mejor se adaptan al tipo de rasgo a practicar.

· Precisar las metas a lograr con el diseño: se trata de cuantificar un patrón de excelencia en función de objetivos instruccionales. Por ejemplo, el 80% de los alumnos resolverán los ejercicios propuesto, con esta meta instruccional se considerará logrado el objetivo.

· Establecer el procedimiento de evaluación formativa a utilizar si será autoevaluación, coevaluación, evaluación por el docente o una combinación de estos métodos.

· Descripción de las actividades, enumerarlas detalladamente. Cada una de ellas debecumplir una función en relación con la finalidad del diseño. Para garantizar que así sea se recomienda elaborar una matriz de ac­tividades Vs. rasgos; esta matriz ayudará a observar si algún rasgo está débil en el diseño.

· Evaluación: consiste en precisar quién o quiénes corrigen, revisan la corrección, el registro de las actividades, de acuerdo con lo que proceda del diseño.

La aplicación del diseño de evaluación formativa planteado debe ser precedido de un ambiente que facilite la ejecución. La presentación del diseño debe ser una propuesta modificable con la participación de los alumnos y la orientación del profesor. Asimismo, el docente verificará si el diseño despierta el interés de los alumnos, si despierta retos , tratando cada quien de superar su propia ejecución.

A juicio del autor del presente trabajo, es conveniente fijar el patrón de logro, es decir, el porcentaje de alumnos que responderán correctamente un instrumento de evaluación formativa. Al respecto se sugiere diseñar una matriz de resultados en la cual se transcriban (equipo de correctores) los resultados correspondientes a cada objetivo a evaluar, de esa forma una vez obtenidos los resultados, se tomarán decisiones que podrían ir desde revisar los contenidos no logrados, hasta proponer actividades de nivelación por parte de los grupos ya organizados.

Otro modelo que vale la pena revisar es el propuesto por Camperos (1984), quien propone partir de la premisa mediante la cual para aplicar procedimientos de evaluación formativa, debe existir un ambiente propicio en la comuni­cación, con el fin de que se de la empatía, pues la evaluación está inmersa en este proceso. Al respecto la autora sugiere los siguientes procedimientos:

1. Detección de deficiencias, errores, logros que presenta el estudiante en su aprendizaje. Es indispen­sable tener claro el aprendizaje deseado, es decir los objetivos y metas deben estar claramente definidos. Ubicar el nivel de aprendizaje formulado en los objetivos, significa identificar el nivel de complejidad y extensión que se aspira en la formulación del objetivo, es necesario emprender un proceso de análisis a los fines de descomponer el aprendizaje deseado en sus distintas manifestaciones. Ello puede hacerse mediante procesos de análisis de tareas, dificultades o niveles de aprendizaje. Hecha esta descomposición, según la taxonomía que se emplee, deben es­tablecerse las interrelaciones y jerarquías entre ellos a fin de ir conformando una estructura que ayude al análisis de las dificultades que se detecten y a orientar la superación de las mismas en el estudiante. El paso siguien­te será decidir que procedimiento emplear; éstos podrían ser pruebas escritas, trabajos de investigación, exposi­ciones orales, etc. Luego se seleccionará el instrumento pertinente para la recolección de la información. El diseño del instrumento válido es quizás la etapa de mayor complejidad; estos instrumentos podrían ser: listas de cotejo, escalas de estimación, cuestionarios, pruebas escritas, etc. El instrumento debe ser sometido a validación por parte de especialistas en el área a evaluar. El propósito de esta revisión es verificar si la formulación de las preguntas realmente se corresponde con los aprendizajes delimitados en los objetivos. Una vez aplicado el instru­mento a los estudiantes se realizará el análisis de los resultados. Esta actividad dependerá del tipo de instrumento aplicado, de la información que se desea en función de lo objetivos que mostrará los logros alcanzados, así como también la deficiencias errores y niveles de aprendizaje que presenta.

2. El registro de la información debe contemplar los resultados de todos y cada uno de los alumnos, determinando así el porcentaje de aciertos y logros en cada uno de los objetivos evaluados para decidir sobre los aprendizajes que ameritan ser reforzados, así como la detección de posibles causas de errores. En este caso el registro de la información debe hacerse tanto por el dominio de las respuestas como por los errores y dificultades observadas. Para ello es necesario definir los indicadores a considerar tanto en las fallas como en los logros de cada pregunta. Es importante preestablecer un criterio de logro de cada objetivo a evaluar, pues sólo así se logrará la estimación descrita.

3. La delimitación de factores causales directos o indirectos que influyen y condicionan el aprendizaje. El análisis y discusión de los resultados con base en lo anteriormente reseñado constituye el inicio de la iden­tificación de las posibles causas que expliquen estos resultados. No obstante, es conveniente obtener infor­mación sobre otros componentes intervinientes en el proceso de aprendizaje a fin de conocer en qué medida están funcionando para favorecer o perturbar el logro de lo objetivos deseados. Los componentes a considerar son: (a) condiciones socio-económicas de los estudiantes (hábitos de estudio, disponibilidad de adquisición de material didáctico, dedicación, etc.); (b) interacción profesor-alumno y con los demás integrantes del grupo y (c) disponibilidades institucionales para la asesoría y consulta a docentes y orientación al estudiante, etc.

4. Establecimiento de estrategias para la superación de fallas y errores y reforzar los aprendizajes logrados. Esta es la función esencial de la evaluación formativa, nada se ganaría con la detección de las fallas y causas de las mismas, si no se ejecutan acciones para superarlas. En ese orden de ideas Rotger (1990) sugiere que la retroalimentación parte de la existencia de tres elementos o acciones: (a) el establecimiento de un criterio mediante el cual se facilite la toma de decisiones; (b) análisis de datos recolectados y su comparación con base en el criterio fijado y (c) la toma de decisiones. En relación con la retroalimentación Chadwick (1990) hace el siguiente planteamiento:

"Es importante entender que el propósito de la evaluación formativa es retroalimentar al alumno de su progreso durante el proceso de enseñanza aprendizaje, de tal modo que él pueda ir "formán­dose", con el fin de alcanzar el máximo número de objetivos en una unidad de aprendizaje (dentro de los límites inevitables del tiempo)". (p.167)

Entre las actividades que se sugieren a los fines de lograr una buena retroalimentación se encuentran las de repaso, la reenseñanza en el sentido estricto de empezar el proceso, asignación de actividades especiales, elaboración de material de apoyo que conlleve al reforzamiento de las deficiencias observadas, la organización de talleres recuperación, actividades de nivelación dirigidas por los alumnos más aventajados, es decir, crear un sistema de monitores o tutores. Si las fallas son sólo académicas y se deben a causas netamente pedagógicas, éstas deben ser atendidas por los docentes. En tal sentido lo pertinente es que el mismo docente acepte su responsabilidad en las fallas y que puedan ser controladas mediante cambios apropiados en el sistema instruccional.

Procedimientos de Evaluación Formativa

Entre los procedimientos de evaluación formativa se destacan la autoevaluación y la coevaluación. La primera incide en la ejercitación del control interno, en la autoestima y la confianza en sí mismo, además de promover la perseverancia y la reducción del temor al fracaso. La autoevaluación, a juicio de Rotger (1990), ayuda a conocer cuál es la propia percepción del, trabajo realizado tanto individual como grupal. Una autoevaluación es de gran ayuda al profesor en la organización del diagnóstico que busca, al tiempo que estimula la participación lo cual evidentemente redundará en un buen resultado. Por su parte la coevaluación como un proceso que permite establecer relaciones importantes de trabajo y afecto entre los alumnos, estimula el espíritu de competencia. Según Andonegui (1990) la coevaluación es la evaluación cooperativa por excelencia, en ella además de la motivación al logro está presente. Su naturaleza permite la evaluación frecuente y con resultados inmediatos para el alumno; permite además el proceso de corrección, transcripción de resultados y de recuperación de los mismos. Del mismo modo la coevaluación alcanza la máxima expresión del carácter formativo de la evaluación. La participación de todos los individuos se pone de manifiesto, y cada alumno propiciará su propio aporte al logro del mejoramiento del proceso.

Modelo Operativo para la Aplicación de la Evaluación Formativa en el Aula de Clases

Uno de los mayores problemas para poner en práctica la Evaluación Formativa es el logro de una operatividad eficiente. Los docentes frecuentemente se excusan de evaluar formativamente debido a la “gran cantidad de trabajo” que representa su puesta en marcha. Pero como ya se ha analizado en este mismo artículo, una de las virtudes de esta modalidad de evaluación la representa el hecho de que es altamente participativa; involucra a los alumnos y el profesor por igual. Así que cuando el docente logra una mayor participación de sus alumnos en este proyecto, “la carga” tiende a hacerse “menos pesada”. La evaluación formativa puede ser aplicada en cualquier momento de la clase mediante diferentes estrategias tales como pruebas de rendimiento, dinámicas de grupos, debates, foros y juegos, simulaciones, resolución de situaciones problemáticas, etc., la formación de equipos juega un papel preponderante en la eficacia del proceso.

A continuación detallaremos los elementos fundamentales del modelo en su fases organizativa y operativa. Asimismo ilustraremos el procedimiento con un ejemplo. Supongamos que se evaluarán formativamente dos (2) objetivos del área de química que son:

1. Determinar mediante cálculos sencillos el volumen de sólidos irregulares por el método de desalojamiento de agua.

2. Determinar la densidad de sólidos regulares e irregulares.

Los contenidos a evaluar sobre la base de los objetivos enunciados (Dominio de Conductas) son: Apreciación, volumen de sólidos regulares, Volumen de sólidos irregulares, Densidad- Definición operacional

Pasos del Modelo

1. Debe existir una organización previa de los alumnos en Correctores, Registradores, Analizadores de resultados y Niveladores.

2. Construir la prueba con referencia a criterios y sobre la base de los objetivos dados. Dicha prueba deberá poseer las siguientes condiciones.

2.1 Que tenga un alto índice de validez (elaborada estrictamente con base en los objetivos).

2.2 La clave de respuestas con su criterio de corrección.

2.3 Se sugiere un patrón de rendimiento del 80%, es decir, para el logro de los objetivos deberán responder correctamente el 80% de los estudiantes.

3. Una vez corregidas las pruebas, lo cual puede hacerse en el aula con la intervención de los mismos alumnos, es necesario contar con una matriz de logro en la cual se asentarán la cantidad de respuestas correctas con el fin de constatar el logro de los objetivos.

4. Conocidos los resultados es necesario implementar el proceso de toma de decisiones con base en los resultados y con el concurso de la clase. Dichas decisiones van desde retroalimentar a nivelar

Ejemplo del modelo de Prueba

Del Objetivo Nº 1

1. Se dispone de un sólido de forma irregular y un cilindro en el cual se observa que su graduación es de 20 en 20 ml. con 10 divisiones entre lecturas. En el cilindro hay cierta cantidad de agua (42 ml.), posteriormente se introduce el sólido en el cilindro y se observa que el volumen inicial, aumenta en 6 divisiones. Con base en esta información determine

a. Apreciación del cilindro

b. Volumen inicial

c. Volumen del Sólido

Del Objetivo Nº 2

2. Un sólido de forma cilíndrica de diámetro 2 cm. y 2 cm de altura, tiene una masa 140 grs.

Determine

a. Volumen del sólido

b. Densidad.

Matriz de Corrección

Instrucciones: Una vez corregida la prueba, marque con una X las respuesta dada por cada alumno en las diferentes partes de la prueba. Al final determine el porcentaje de cada aspecto y sobre la base de los resultados y tome las decisiones pertinentes.


OBJETIVO Nº 1

OBJETIVO Nº 2

Alumnos

A

b

c

a

b

1

2

3

4

5

Total

Porcentaje


Las decisiones se producirán de acuerdo a los resultados vaciados en la Matriz, y puede discriminarse de acuerdo al logro (porcentaje de logro) en cada rubro evaluado. Así por ejemplo, si el logro es inferior en los aspectos b y c del Objetivo 1, se tendrán que implementar acciones con el fin de promover un aprendizaje significativo en estos contenidos específicos. Dichas acciones pueden ser, como ya se ha esbozado, una retroalimentación en la siguiente sesión de clase (o facilitación), reforzando mediante ejercicios (resolución de situaciones problemaáticas) que resolverán los afectados y que podrían ser corregidos por los equipos de correctores. Los resultados serán analizados una vez que el equipo de registradores y analistas de resultados pasen el informe respectivo al docente. Sólo así se garantiza un aprendizaje eficiente.

CONCLUSIONES

El uso de la evaluación formativa en el aula de clases trae como consecuencia una serie de cambios estructurales en el sistema evaluativo, promueve en primer término la participación y las relaciones interpersonales entre alumnos y docentes, permitiendo creas un clima de alta eficiencia, por cuanto todos y cada uno de los integrantes de una clase tienen funciones específicas que desarrollar en torno a su evaluación. Cada quien conoce sus progresos y sus limitaciones y siempre habrá alguien interesado en esta situación a los fines de suministrar ayuda.

Los detractores de esta modalidad evaluativa plantean que el uso de este proceso trae como consecuencia un recargo en su labor ya saturada por las exigencias de la vida moderna. Es en este punto donde el conocimiento adecuado de la evaluación formativa a través de una información verz y detallada responde a esta inquietud. por cuanto son los alumnos con las indicaciones de su profesor quienes van a implementar toda aparataje para administrarla con eficiencia.

Tal y como se ha planteado, la evaluación formativa puede administrarse con óptimos resultados en el aula de clase a través de la puesta en marcha de una operatividad adecuada de la misma. Es necesario que se oferten talleres y cursos sobre sus bondades, asimismo a los investigadores educativos de nuestro medio deberían aunar esfuerzos por realizar trabajos que en alguna medida recopilen y analicden datos acerca de la eficiencia de este proceso que se ha llevado con tanto éxito en otras latitudes, como un medio para sacar a nuestro sistema educativo del marasmo y estancamiento en que se encuentra y a la vez promover de una vez por todas el uso masivo de esta modalidad.

BIBLIOGRAFIA

Andonegui, J. (1989) Motivación al logro y la Evaluación Formativa Trabajo de ascenso no publicado. Instituto Pedagógico de Caracas

Camperos, M. (1984), La Evaluación Formativa del Aprendizaje Fac. de Humanidades, Caracas. Mimeo

Chadwick J. (1989) Evaluación Formativa Editorial Paidos

Rotger B. (1990). Evaluación Formativa Editorial Cincel. Madrid. España

Ruiz C. (1991) Análisis de la administración de la Evaluación Formativa que realizan los docentes de la tercera etapa de Educación Básica en planteles del Distrito Nº 5 del Area metropolitana de Caracas, y su posible efecto sobre el rendimientoestudiantil Tesis de Maestría UPEL.

Trabajo enviado por:

Carlos M. Ruiz P.

Carlosruiz[arroba]cantv.net.net.ve

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